Moya-Manga-Art

El  matarife se queda sorprendido, pues el chico se recupero del daño más rápido de lo que debería. Joan sonríe con esperanza, sonrisa que desaparece al pensar que, ahora que puede, ha de colocarse la pierna en su sitio y sanarse con reiki lo más rápido posible. - “¡¡CUANTAS VECES MÁS PENSAIS INTERRUMPIRME EN MITAD DE LA MATANZA!!” Jesperson se zafa del agarre y salta hacia atrás, tomando distancia para evaluar la situación, Joan toma un trapo liado sobre un palo y se lo mete en la boca, y con un sonido sordo recoloca la pierna en su sitio. - “Bien… se acab

El matarife Jesperson se lanza contra Pato, y con un golpe la deja inconsciente, mientras, Joan continúa en shock, temblando sin poder retener las lágrimas. - “… No… puede ser… ¡No puedo creer que Wild este muerto!” Joan se gira mientras ve al matarife preparado un cuchillo agachado junto a Patricia. - “Las indovinare dais mucho miedo, no quiero que me vuelvas a echar un mal de ojo…” Dice Jesperson mientras acerca su cuchillo a uno de los ojos de Patri. - “… por lo que te los reventare ahora mismo... ¿Cómo reaccionaras cuando despiertes y no ve…?R

El  grupo de alumnos salen de la selva de Laos sin muchos problemas a pesar de la espesa maleza, gracias al uso de sus habilidades. Tanto Saturnino como Joan están llevando a cuestas a sus compañeros inconscientes, mientras Kurai y Pato los sujetan por la espalda, ayudando en su transporte. Los jóvenes están cansados a la par que preocupados por su maestro, pero saben que si se detienen aunque sea un instante estarían desobedeciendo una orden directa. - “¡¡NO PODEMOS MARCHARNOS ASÍ Y DEJAR SOLO AL MAESTRO WILD!!” - “¡¡¡CALLATE CALLEJA!!! ¡¡¿QUÉ ES LO

El cuerpo inconsciente de Myrddin reacciona a los movimientos bruscos como por reflejo, y ahora que su energía está totalmente desbordada, el poder de sus pisadas hacían temblar el suelo, sus movimientos hacían crujir los vientos, era como si la naturaleza entera reaccionara con él. El matarife trata de atacar con un asalto de frente para teletransportarse a su espalda, pero los reflejos de Wild son inhumanos, en un instante toma a Jesperson por los hombros y lo ancla al suelo. Con el golpe tan brutal Jesperson nota como se le nubla la vista, se percata de la imagen terrorífica que tenía ante él, el Ta

Myrddin se ve descubierto por el enemigo, el cual parece saber sobre su enemigo más de lo que afirma. - “Ha, ja, ja, ja, ja… No sé de qué te sorprendes, tu reputación te precede… sin embargo, yo como la mayoría de los subordinados Wùjin, no dejamos información ni informantes, por lo que nuestras habilidades, rostros y nombres os son desconocidos…” Myrddin sonríe y cierra los ojos para comprobar la situación de sus alumnos, los cuales están al final del rastro del Big Foot, cerca del territorio de los Orang Pendek. - “Mis chicos ya están lo bastante l

Myrddin mantiene sujeto contra el suelo al matarife, mientras sus alumnos desaparecen en la espesura. - “Me ha resultado fácil quedarme con tu atención” - “… Pero tus alumnos se marchan veloces al bosque… no es tan divertido como esperaba…” Dice Keith Hunter Jesperson, el cual vuelve a mostrar su sonrisa. - “¡¿Qué te hace tanta gracia?!” Pregunta Wild exaltado. - “…Es curioso cuán fácil es… las tornas de la caza… volver del revés…” Dice el matarife mientras desaparece. Myrddin aplica más presión enfoc

La situación se complica para los Wild, pues el enemigo al que se enfrentan parece estar tan confiado que se permite el lujo de proponer sus muertes como un simple pasatiempo. Myrddin inquieto por la situación, comienza a dar instrucciones. - “Con todo el poblado masacrado, la misión queda abortada. Ahora nuestra prioridad es averiguar cuanto podamos del enemigo y neutralizarlo, pero sobre todo… hemos de salir de este encuentro con vida” El maestro comienza con el plan de ataque. - “Saturnino y Joan, vosotros os encargaréis de localizar al enemigo” - “Pato, trata de predecir sus movim

Siguiendo el camino, Myrddin no deja de observar los alrededores, nota como algo los está acechando. - “Eh, mirad, ya se ve la aldea al final del camino” Señala Saturnino, sintiendo un poco de alivio por salir al fin del bosques y a su vez algo de congoja, pues al contrario de lo que esperaban, el pueblo permanecía en un silencio sepulcral. Los Wild se aproximan a la entrada del pueblo con sigilo, Myrddin Wild le hace un gesto de guardar silencio al niño el cual afirma con la cabeza. Todos se quedan tensos durante un buen rato, esperando oír algún indicio de actividad, pero lo único que se oye